Y un buen día, apareciste en nuestras vidas, como una brizna de aire fresco que inundó rápidamente nuestros corazones.
Sílvia, gran amiga y hermana, fuiste ejemplo para todos de humildad, amor y fuerza, ese ejemplo continuará perpetuamente en todos y cada uno de los que te conocimos, tu sonrisa en nuestros recuerdos iluminará la tristeza y dolor que sentimos por tu tan incompresible marcha, Sílvia, hermana, marcha en paz y conviértete en el ángel que fuiste en vida física….
Sílvia, gracias desde lo más hondo de nuestros afligidos corazones…
Te amamos…
Sílvia, siempre formarás parte de nuestras almas…
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