¿Cómo se inicia el grupo de rescate canino?
Existen dos tipos de Unidades Caninas, las de Bomberos, Mossos d’Esquadra y también las Agrupaciones de Voluntarios.
Estamos hablando de hacer una labor social para salvar vidas, por lo tanto hay que formarse adecuadamente. El carácter de voluntario no excluye el concepto de profesionalismo.
Todo empieza cuando coincidimos en un Postgrado en adiestramiento de perros de búsqueda y rescate, en la Universitat de Barcelona. Más de 700 horas lectivas, todo un año en que dedicábamos los fines de semana a aprender cómo formarnos de forma seria en esta especialidad.
¿Por qué la creación de un grupo de búsqueda?
Esta idea surge de nuestra pasión por los perros, pero la creación de un grupo canino de rescate acostumbra a nacer de la buena voluntad y el entusiasmo de algunas personas que generalmente provienen del sector canino y/o del sector de las emergencias, que quieren dedicar su tiempo y su afición a causas humanitarias. Es algo que a muchos les llama la atención, lo ven como una actividad divertida, también con un toque de aventura, pero la realidad es que se trabaja muy duro. Se tienen que tener perros adiestrados por esta función.
Para poner en funcionamiento una Unidad Canina de Rescate, ¿hay bastante con los perros y los guías?
Ojalá fuera así, pero hemos tenido que comprar los uniformes, los perros, el material de adiestramiento, el seguro, servicios veterinarios, y toda una serie de material que subvencionamos nosotros mismos y con la inestimable ayuda de entidades como Fundació Alchimia Solidària que con su implicación nos permite ser mejores cada día.
Un perro de rescate necesita entre uno y dos años de aprendizaje para estar operativo, pero después tendrá que seguir un estricto programa de entrenamiento durante TODA LA VIDA.
El entrenamiento de un grupo de rescate tiene que ser constante, al menos dos o tres veces por semana, durante todo el año. Y en cualquier circunstancia climatológica, puesto que guías y perros tendrán que estar acostumbrados a trabajar en todo tipo de situaciones, terrenos y temperaturas.
Aunque esta buena voluntad y entusiasmo son parte importante del éxito, definitivamente no son suficientes. Si se quiere llegar a triunfar, lo que supone trabajar con los perros de forma eficaz en emergencias reales, también es obligatorio considerar seriamente la planificación que dé coherencia a la iniciativa y por eso es necesario contar con un grupo, para poder enseñar a los perros es necesario que alguien haga de “víctima” (figurante) y es tanto o más importante ser un buen figurante como un buen guía.
Los tipos de entrenamientos son varios, hacemos entrenamientos de búsqueda en grandes áreas, hacemos entrenamientos en zonas urbanas, hacemos entrenamientos en bosques con diferentes tipos de vegetación para acostumbrarlos a la búsqueda de excursionistas, buscadores de setas, etc… Hacemos entrenamientos en edificios colapsados (en escombros), para que los perros se acostumbren a trabajar con elementos que son inestables bajo sus pies y encontrar personas que puedan estar sepultadas.
Es muy duro, pero hay que tener en cuenta que estos perros cuando trabajan se lo toman como un juego y que con su esfuerzo (y el nuestro), algún día salvaremos vidas humanas.
Y no lo hacemos solos, hacemos una labor social con equipos de personas y entidades, tanto públicas como privadas, que están con nuestra causa, la causa de todos, cuando la vida de una persona se encuentra en peligro y nadie sabe dónde está.
Es una actividad que vale la pena, no creen?
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