El consumo de cannabis está cada vez más aceptado y extendido en nuestra sociedad. En el marco del Estado español se da un modelo de regulación pionero mediante las Asociaciones de Cannabis.
Cada vez son más los pacientes -con dolor crónico, personas con cáncer que sufren náuseas a causa de la quimioterapia o personas con enfermedades autoinmunes, como la fibromialgia, glaucoma,
esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, etc- que están recurriendo a estas asociaciones para buscar el alivio de los síntomas de su proceso de enfermedad a través del uso del cannabis. Sin embargo, hay una gran necesidad de estudios más objetivos sobre sus efectos fisiológicos y psicológicos, y su potencial terapéutico.
El fenómeno de las Asociaciones de Cannabis ofrece una gran oportunidad para facilitar este tipo de investigación.
Objetivos del estudio
1. Realizar un seguimiento de la calidad de vida de los usuarios así como de los efectos percibidos del cannabis sobre su sintomatología.
2. Monitorizar biomarcadores indicativos de la funcionalidad del sistema immunitario, endocrino y de los endocannabinoides.
3. Evaluar el impacto de la composición de cannabinoides del cannabis consumido sobre la salud mental y el funcionamiento cognitivo de los usuarios.
4. Estudiar las interacciones entre la salud mental y los polimorfismos genéticos de los usuarios.
Beneficios esperados del estudio
1. El avance del conocimiento científico sobre los efectos del cannabis en determinadas enfermedades y potenciales nuevas aplicaciones terapéuticas.
2. El estudio dará visibilidad a la función social de las actividades de las asociaciones cannábicas.
3. Las personas participantes podrán conocer mejor cómo el cannabis influye en su proceso de enfermedad.
4. Las asociaciones cannábicas podrán ofrecer un mejor servicio a los socios terapéuticos.
5. A partir de la colaboración con las instituciones científicas, las asociaciones cannábicas pondrán de manifiesto su compromiso por la responsabilidad social corporativa.
Palabras de los beneficiarios
El mundo de la investigación y la ciencia está viéndose especialmente afectado por la crisis económica que asola nuestro país. Tras haber sufrido un recorte en 2012 del 25%, los presupuestos oficiales destinados a investigación para 2014 se han incrementado en solo un 1,3% respecto a
2013 (para la investigación militar, sin embargo, ha subido un 39,5% para este año respecto al pasado). Hay áreas de investigación además que son raramente financiadas por las agencias públicas. Este es el caso de la investigación con cannabis medicinal.
El cannabis es una planta con reconocidos usos médicos desde hace miles de años. Sus propiedades terapéuticas están ampliamente aceptadas por la comunidad médica para el tratamiento de los síntomas de numerosas patologías. Paradójicamente, los organismos públicos están dejando en
manos de la industria farmacéutica el desarrollo de fármacos basados en el cannabis, los cuales resultan más caros y son peor tolerados por los pacientes que la planta en sí. Despreciando la investigación con la planta, se está dejando de lado todo un campo de investigación que podría
ser muy beneficioso sanitaria y económicamente. Económicamente, porque la planta es más barata que los preparados farmacéuticos. Y sanitariamente porque, como se ha dicho, los pacientes toleran mejor sus efectos. Cada vez hay pruebas más concluyentes, además, de que la marihuana medicinal
permite a muchos enfermos crónicos reducir y/o eliminar su medicación de prescripción médica, lo cual confluiría, de nuevo, de ser así, en una mejor atención médica de los pacientes y un menor gasto sanitario.
En ICEERS acabamos de iniciar un estudio en el que estamos realizando un seguimiento de pacientes con enfermedades que se automedican con marihuana. Estos pacientes raramente tienen un seguimiento médico y se desconoce cuál es el efecto de la marihuana en el curso de su enfermedad.
Tras una fase de captación de recursos, conocimos a la Fundació Alchimia Solidària, a día de hoy nuestro principal donante. Gracias a la donación de Alchimia la continuidad de este estudio está garantizada por un año, al menos en la parte menos cara del estudio, que es el seguimiento de
síntomas mediante cuestionarios. Aunque aún nos falta mucho dinero para conseguir implementar las pruebas biológicas, la donación de Alchimia ha sido clave para poder emprender esta aventura científica de la que, estoy seguro, recogeremos datos que serán muy útiles para conocer mejor el papel
que pueda jugar la marihuana medicinal en una serie de diferentes enfermedades crónicas.
Muchísimas gracias a la Fundació Alchimia Solidària y estamos seguros de que será un placer recorrer esta aventura científica juntos.
Dr. José Carlos Bouso
Director de Proyectos Científicos de la Fundación ICEERS
Núria C. R. says
Hola! Recientemente me he hecho socia de un club cannábico porque tengo esclerósis múltiple y sé de sus beneficios, a nivel terapeutico, para ésta y otras muchas enfermedades. Pero si que es cierto que no hay un seguimiento a nivel médico, para poder seguir con mejor exactitud dicha terápia. Muchas gracias por vuestra labor
armin says
Hola Núria!
Gracias por tu comentario. Esperamos que tu tratamiento con cannabis esté siendo efectivo y notes sus beneficios, seguiremos luchando para que la regulación llegue pronto y con ello los seguimientos por parte de los profesionales de la medicina.
Un abrazo!